Aunque la mayoría de las noticias sobre las empresas cárnicas y ganaderas resultan negativas, la compañía Copese, una de las más importantes en la provincia de Segovia, ha evitado entrar en proceso concursal tras conseguir un acuerdo con 16 entidades financieras. Con más de 160 empleados y una facturación de 32 millones de euros anuales, Copese contará con autonomía para su gestión empresarial y se salva de la intervención judicial como la que mantienen otras empresas del sector.

Copese había presentado hace dos semanas concurso voluntario tras no prosperar en un primer momento un plan de refinanciación de la deuda que acumulaba y que le impedía hacer frente a sus gastos, debidos a la crisis económica general y la del porcino en particular, sobre todo del ibérico. Junto a estas dificultades se unió a la restricción de los créditos aplicada por todas las entidades a raíz de la crisis iniciada en Estados Unidos, para reducir riesgos.

Copese tuvo que presentar un plan de estabilidad financiera que le obligaba a tramitar ante el Juzgado de lo Mercantil su situación, tal como establece la nueva Ley Concursal. Pero una vez conseguida la refinanciación de la deuda con 16 entidades bancarias, Copese ha evitado esta semana la intervención judicial, de modo que podrá continuar gestionando con autonomía su actividad. La nueva situación de la empresa segoviana permite reforzar su actividad ganadera y cárnica que viene desarrollando desde 1976 y que la habían posicionado entre las primeras del sector agroalimentario.

La empresa dispone de un centro de inseminación propio, una fábrica de piensos, matadero, sala de despiece, y varias granjas de cría y engorde de cerdos, y comercializa jamones, embutidos y loncheados bajo la marca Eresma.

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