Y el epílogo del Festival Internacional de Segovia se escribió con letras doradas. François Houtart fue el encargado de cerrar la edición del 2011 con un homenaje a Tomás Luis de Victoria cuya música recorrió cada rincón de las frías piedras de la Catedral de Segovia. El FIS ha puesto su broche de oro con venta agotada de varios de sus espectáculos con un fin de semana repleto de actuaciones tras 14 días, del 18 al 31 de julio, en el que han pasado por la ciudad alrededor de unos 300 artistas.

El Festival Joven bajó el telón en San Juan de los Caballeros con la actuación de Crossinglines el sábado 30 de julio. Un programa compuesto por obras de música de cámara de autores de vital importancia en la segunda mitad del siglo XX, y especialmente por música viva de compositores en activo en el siglo XXI. El joven grupo, que surgió de la la Escuela Superior de Música de Catalunya, acercó sus inquietudes con una música viva, de sentimientos, de vanguardia.

El mismo día, Uri Caine no decepcionó. Aunque quizás escéptico al principio, el público pudo asistir en el Patio de Armas del Alcázar de Segovia a un despliegue de genialidad albergada en el estreno en España de las Lamentaciones de Jeremías que conjugaron las grandes voces de Bárbara Walker, Cristina Zavalloni, y la más aplaudida, quizá por ser la más conocida, Carmen Linares.

 

El Festival de Segovia en imágenes // R.Blanco

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