Cuéllar ha vivido hoy un encierro sin demasiadas complicaciones,  el tercero, en el que han entrado cinco toros mientras el sexto se ha quedado rezagado en el campo y ha tenido que ser sedado. La peor noticia ha venido por el traumatismo en el tórax que ha sufrido uno de los mozos ya en el recorrido urbano.

La ganadería Coquilla Sánchez Arjona, premiada el año pasado por los aficionados, ha llevado la normalidad a la villa cuellarana, que disfruta de los encierros más antiguos de España, declarados de Interés Turístico Nacional, con mucho público en las calles, aunque en menor medida que el fin de semana.

El alcalde de Cuéllar, Jesús García, confía en que sea un punto de inflexión después de la jornada negra del domingo, cuando mató de una cornada en el corazón a un hombre de 63 años, J.M.R.B., vecino de Rentería, cuyos restos mortales ya han sido trasladados a su localidad natal. Ayer, tres toros cayeron muertos en el recorrido en un encierro largo y penoso, según los aficionados, donde solo entró en la plaza un novillo, junto a los cabestros.

El tercer encierro discurrió con los más de cuatrocientos caballistas logrando mantener junta la manada tras la salida de corrales en el campo, a excepción de un toro, que ha quedado rezagado y al que se le ha terminado sedando.  En el recorrido urbano han entrado cinco novillos, que han hecho una carrera sin incidentes, salvo un joven, que ha sufrido un traumatismo en el tórax y, tras su paseo por la enfermería, ha sido enviado al Complejo Hospitalario de Segovia, para que le realicen un estudio radiológico.

 Foto: imagen del encierro de hoy en Cuéllar/Ical